Desde que inicié mi nueva vida en Costa Rica, es decir, hace un poquito más de un año, empecé a conectar con una nutrición más consciente e intuitiva. Fui escuchando más a mi cuerpo, observando sus necesidades cambiantes e identificando mensajes a través de sus señales.
Recuerdo un día, relajada en la playa, que una pregunta iluminó mi mente… “¿De qué me nutro?” Estuve analizando mis días y mi vida en general, hasta que me di cuenta que no sólo me nutria de la comida, sino también de todo lo que me rodeaba; relaciones con personas mágicas, la naturaleza del entorno, animales que me encontraba paseando, mis pensamientos y emociones, los rayos del sol en mi piel, los ciclos lunares, moverme libremente, un bañito en el mar, permitirme descansar…
“La alimentación es el resultado de cómo vivimos y no se trata de modificar ese resultado, sino de cambiar lo que nos hace llegar a él”.
Mi vida había cambiado completamente y en consecuencia mi alimentación también. Sobre todo mi relación con la comida. La ansiedad, que sufría en momento, desapareció. Los antojos se volvieron momentos únicos de placer. Dejé de comer para evadir o tapar emociones.
Empecé a cuidar más mi ritual de cocinar y disfrutar de la experiencia al comer. Todo se transformó cuando darle valor a mi vida le dio valor a mi alimentación.
Esto no significa que ahora mi vida y mi alimentación sean perfectas, porque no se trata de bien o mal, se trata de conocernos para ir en la búsqueda de lo que vibra con nosotros en cada momento.
Entonces, ¿De qué te nutres?
Te recomiendo que para empezar a conectar con una nutrición más consciente e intuitiva hagas una lista con todo aquello que te rodea y te nutre. Irás viendo que tu vida es más abundante de lo que pensabas y eso te permitirá llenarte de gratitud.
Desde el Programa 1:1 de Nutrición Intuitiva te invito a vivir un proceso de transformación externo e interno. Aprenderás a conocerte, escuchar a tu cuerpo e ir viendo sus señales para un cuidado holístico de tu nutrición.